Anthony Axon acaba de cumplir 20 años en el sector del enlucido. Aunque hemos hablado con algunos profesionales que se han sentido atraídos al instante por el acabado en seco como por una fuerza magnética, Anthony cayó de espaldas en él: cuando dejó el instituto después del undécimo curso y buscó trabajo, fue lo primero que encontró.
"Para ser sincero, era lo que había en ese momento", nos dijo Anthony. "Básicamente, durante el instituto, probablemente no me comprometía lo suficiente. Entonces mis padres me dijeron: 'Mira, probablemente sea mejor que busques trabajo'. Abrí el periódico local y encontré un trabajo de escayolista... bueno, la empresa estaba, no sé, a cinco minutos. Me apunté. Nunca tuve la ambición de entrar en el negocio o incluso de tener un negocio, ni siquiera estaba en mi radar, para ser honesto. Simplemente cayó en su lugar.
"Luego tuve la oportunidad de trabajar con diferentes equipos por todo el país. Supongo que me he vuelto muy eficiente grabando, sobre todo aprendiendo cosas de gente diferente. Luego, cuando empezó a llegar el dinero, me dije: guay, esto puede ser algo para mí. Una vez que desperté un poco y me lancé a ello, ha sido muy gratificante para mí".