Stephanie Tkaczuk es el tipo de persona que tendría éxito en cualquier tipo de trabajo que eligiera: está motivada, le apasiona su trabajo y habla con autoridad.
Sin embargo, a pesar de esa seguridad en sí misma, a Stephanie le llevó tiempo y algunos giros equivocados encontrar su camino profesional. Lo único que sabía desde el principio era que quería trabajar por cuenta propia, colaborar con otros y ganarse la vida decentemente. Este deseo la llevó por múltiples caminos, obteniendo un título en administración de empresas y trabajando como entrenadora personal, agricultora ecológica o profesora de niños con necesidades especiales.
Finalmente, cuando el que acabaría siendo marido de Stephanie, un comerciante, la convenció para que la ayudara en algunos trabajos de tabiquería en seco, tomó un camino que acabaría creando una carrera que le encantaba y que cumplía todos sus requisitos.